domingo, 11 de noviembre de 2007

Hermano viejo

Es tan fácil escribirte hoy, igual seria hacerlo mañana, no hace falta la musa, la canción, no hace falta nada, solo recordar tu largo caminar , tu vaivén, tu manera de crear. Tan sutil y tierna me trae la melodía aquellas canciones que creías emocionar y con la guitarra en mi tocabas alguna de Rodrigo.

Luces encendidas en largas noches atraen recuerdos memorables, pequeños niños unidos en grandes locuras que solo tu y yo podríamos hacer, portones que solo tu podrías trepar, pero ¡ojo! no creas que olvide que me debes la revancha de la bolita...

No me alcanzan los abrazos , ni las manos para estar hecho contigo, eres tan pequeño como una pinina y tan grande como aquella nube en la que imaginaste a Gukù creando una ¡ super henkidama!
Los momentos que tu has llevado de la razon a la locura son indescifrables , los trenes que te cargas en tu espalda me llevan hasta San Luis y tus lamentos dejan en un universo tan inhóspito que lloro por quererte regresar.

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