Credo de un suspiro

Si tuviera que hablar sobre suspiros me tendría que quedar aquí quizá unos años luz, el desahogo emocional y mental que desde su punto de partida me lleva hasta el pequeño setiembre en que te conocí, me lleva allí , a ese mundo que creamos tu yo con mares de ilusión , con tardes de perdón .
Me meto en montes para comprar mi paz, le pido al alba que me forje al próximo paso, que me invente una canción sobre el hombre más triste del mundo, un hombre que día a día siente que es un buen día para amar, un gran día para volver a empezar. Los veranos más tristes nacen desde mis mañanas, el colchón llora en harapos, mi almohada como única testigo me canta una dulce canción de cuna, quizá esta sea una buena noche para dormir.

No te lamentes por mi, conmigo me basta, si quieres ven a verme y llora conmigo, no me afectara que lo hagas, ven y dime que soy la persona mas dulce que jamás has conocido, que mi bondad le deja su puesto la estupidez mas grande que exista. Pregunta sobre mis secretos y si mi padre me llamo. Hablemos de Dios y creamos que se nos sentó al ladito, creámoslo testigo de mis penas. Tenme lastima, mucha lastima, y así quizá te quedaras conmigo esta noche.
Vendrás del alba o de aquel setiembre, quizás logre quedarme un instante, pero marchare no quiero tenerte mas, no quiero extrañar, quiero seguir amándote así, quiero seguir creyendo que despiertas conmigo, que me llamas desde el balcón y que las tardes terminan cuando tu me llamas para amarte y cuando terminamos con ello el día también.

No te lamentes por mí, déjame amarte así, con un pequeño instante sobre tus brazos viviendo del ultimo suspiro, ese que me dejas cuando me dices adiós.